lunes, 12 de septiembre de 2022

Exactas de Remate





 Recuerdo cuando Ricardo Cabrera (Ricuti, Richard) me contó por primera vez el plan que tenía en mente. Eran unas Jornadas muy serias y masivas donde se discutiría la crisis que vivía la Universidad y el rol central que tendría en cualquier proceso de crecimiento económico inclusivo. El encuentro estaba acompañado de algunos efectos publicitarios como una bandera cubriendo enteramente una de las caras del Pabellón II.


El plan era muy ambicioso, pero Ricardo lo contaba sin estridencias. Daba la sensación de que todo estaba pensado, era razonable y al alcance de la mano. Se cumplió paso a paso poniendo a la crisis universitaria en la agenda pública.

Esto sucedió antes que nacieran la gran mayoría de los actuales estudiantes de Exactas.

Era otro mundo, casi una distopía: en 1988-89 la inflación arrasó con el gobierno de Alfonsín. Niveles que llegaron al 500% mensual (quinientos por mes!) pulverizando presupuestos y esperanzas.

La llegada de Menem no pudo calmar los precios cuando el mundo hizo lo suyo: en noviembre de 1989 caía el Muro de Berlin y un año después desaparecía la Unión Soviética.

Menem abandonó el poncho, afeitó sus patillas y se fue a jugar al tenis con Busch aplicando un severo ajuste que frenó la inflación con un costo social elevado.

Exactas hacía malabares para pagar la luz y el gas. Cuando la puerta se cerró impidiendo aumentos, los salarios quedaron a la intemperie luego de muchos meses de atrasos. No estaba claro que sucedería con la Universidad Pública. Fue en ese contexto cuando la bandera de remate, provocativa y visible, flameó sobre la Universidad Pública.

Los mas jóvenes se preguntarán, como llegamos al presente....

Carlos Borches

Mas info:
https://bibliotecadigital.exactas.uba.ar/download/cable/cable_n0081.pdf
https://bibliotecadigital.exactas.uba.ar/download/cable/cable_n0079.pdf
https://bibliotecadigital.exactas.uba.ar/download/cable/cable_n0070y0071.pdf



lunes, 22 de agosto de 2022

A 50 años de la Masacre de Trelew, a 40 años de la normalización del Centro de Estudiantes de Exactas-UBA:

 



A 50 años de la Masacre de Trelew, a 40 años de la normalización del Centro de Estudiantes de Exactas-UBA:

Rodolfo Guillermo Pregliasco llegó al doctorado en Física estudiando colisiones atómicas, pero de mucho leer a Varsavsky, quiso salir a las calles para deshacer agravios con las armas que la ciencia le había otorgado. Y con mejor fortuna que el Quijote, cosechó éxitos resonantes, como encontrar las marcas invisibles al ojo humano que permitieron demostrar la responsabilidad policial en la desaparición del estudiante Miguel Bru. O calcular con un error menor que medio metro la posición de donde salió la bala que le costó la vida a Teresa Rodríguez, aquella mañana represiva en Cutral Co.
Pero en 1972 Willy Pregliasco era un niño más preocupado por la ciencia ficción que por las convulsiones políticas que vivía el país desde 1955. La Facultad de Ciencias Exactas de la UBA todavía no estaba en su horizonte, cuando una enorme tela que rezaba “Aula María Angélica Sabelli” se colgaba en la puerta del Aula Magna de Exactas, no bien se supo que la estudiante de matemática era una de las 16 víctimas mortales de Trelew.
María Angélica había llegado a Exactas unos años antes, cursó las primeras materias matemáticas anuales y alguna más de Física pero las urgencias de la vida política la convocaron a andar otros caminos.
Sabelli se anotó en Geometría sin llegar a aprobarla y fue Geometría, de la mano de "Pucho" Larotonda, la primera materia que deslumbró a Pregliasco una década después. Las milenarias curvas cónicas lo llevaron a su primer diez en la carrera y aparecieron en el momento menos pensado: cuando todos veían los videos con corridas, gritos y disparos en la represión de Cutral Co, Pregliasco vio las numerosas hipérbolas que quedaban definidas en el terreno por los sonidos de los disparos y sus posteriores ecos. Esa geometría le permitió encontrar dónde estaba parado el asesino de Teresa Rodríguez. Una idea genial que fue tomada para un capítulo de la serie CSI Miami, sobre casos de investigaciones forenses.
Con esos antecedentes era muy natural encontrar a Pregliasco involucrado en el peritaje de la masacre del 22 de agosto de 1972 que recientemente condenó en Miami al represor prófugo Roberto Bravo.
¿Qué más se podía decir de estos hechos después de casi medio siglo? Willy hizo hablar a las paredes. Con técnicas de rayos gama, que el físico Mario Mariscotti introdujo para hacer “tomografías” a las estructuras de concreto, se fue construyendo un mapa de la zona donde se produjo la matanza, relevando las muchas alteraciones que hubo, detectando 8 capas de revoques y pinturas posteriores. Las trayectorias probables de los disparos definen curvas, hay una geometría que habla y permitió una reconstrucción precisa que acabó con la defensa del represor Bravo en un juicio histórico.
Una noche durante el Juicio, Pregliasco se puso a releer un libro clave: La Patria Fusilada, de Paco Urondo. “Fue un sacudón descubrir en el libro que María Angélica Sabelli era de Exactas, un detalle que se me había pasado en la primera lectura. De pronto me sentí más cerca de su circunstancia"
Willy se queda reflexionando, intuye que está en uno de esos puntos donde muchos caminos personales se cruzan. “En Exactas aprendí física y matemática de la buena, pero además descubrí a Varsavsky y la búsqueda de un sentido social para la ciencia que hacemos. Fueron años formidables, de aprendizaje en las aulas y también en el Centro de Estudiantes que volvía con fuerza después de la dictadura. Allí oí hablar por primera vez de Trelew. No es raro que sin proponérmelo me haya orientado a una especialización en análisis científicos de la represión, que hayamos logrado con el grupo una reconstrucción histórica de lo sucedido en Trelew. Me llena de orgullo por toda una generación que reivindicó la bandera de los derechos humanos y de un centro de estudiantes que creció alrededor de la búsqueda de la memoria, verdad y justicia”.
Carlos Borches

Para más Información: Pericias de la causa judicial Nizkor

La técnica argentina que copió “CSI Miami” y unió esa serie con el método científico empleado en el caso Teresa Rodríguez

martes, 3 de diciembre de 2019

Gregorio Klimovsky

El próximo viernes 6 de diciembre a las 14.30. la plaza ubicada frente a la puerta principal del Pabellón II recibirá formalmente el nombre de Plaza Prof. Gregorio Klimovsky;


Para quienes no lo conocen, vaya unas líneas para saber quién fue Gregorio Klimovsky y porque razón la decisión del Consejo Directivo de la FCEyN y el COnsejo Superior de la UBA está debidamente fundamentada.

Nacido en 1922, Klimovsky estudió matemática en la entonces Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.
Se dedicó a los fundamentos de la matemática, la lógica y a la epistemología, siendo en nuestro país un pionero en estos campos.
En 1953 se incorporó al Departamento de Investigaciones Científicas (DIC) de la Universidad de Cuyo y desde 1956 a 1966 fue profesor tanto de nuestra facultad como de la de Filosofía y Letras (UBA) donde llegó a dirigir el Instituto de Filosofía. Además, participó activamente en política universitaria y fue miembro del Consejo Superior de la UBA.
Su permanente interés tanto por las ciencias exactas y naturales como por las ciencias sociales y humanas, ha contribuido en nuestro país a cubrir, así sea parcialmente, la brecha de comunicación que existe entre ambas áreas del conocimiento. Prueba de ello es su actuación en facultades tanto de una como de la otra y su calidad de miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, de la Asociación Psicoanalítica de Buenos Aires, y de miembro plenario (y fundador) de la Sociedad Argentina de Análisis Filosófico (Sadaf).
Durante los oscuros años de la última dictadura cívico-militar el Prof. Klimovsky fue miembro activo de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, desde donde combatió la política represiva y anti popular del régimen y, en particular, la desaparición forzada de personas.
Con la llegada de la democracia el presidente Alfonsín lo designó como miembro de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), que elaboró el estremecedor informe Nunca más.
En esa misma época fue nombrado Decano normalizador de la FCEN (1984/85). Desde ese cargo jugó un rol decisivo en la reconstrucción de la facultad como centro científico de excelencia, promoviendo la docencia y la investigación en el marco de un clima de amplia participación democrática. Durante su decanato enfrentó firmemente las tendencias continuistas que buscaban preservar el status quo dejado por la dictadura, en particular la cuestión de los ilegítimos concursos de profesores tramitados durante el periodo final de la misma.
La imagen puede contener: 1 persona, sentado, de pie y gafas
Entre los numerosos logros de su gestión podemos señalar la creación del Departamento de Ciencias de la Computación, la constitución de consejos departamentales tripartitos. la realización de las primeras Encuestas de Evaluación Docente, la recuperación de destacados docentes e investigadores de las diversas disciplinas de la FCEN que habían permanecido en el exilio interno y externo, figuras que fueron claves para la renovación académica de áreas como la Biología o la Química, la organización de los primero concursos abiertos y transparentes de la era democrática, sosteniendo firmemente su convicción de que “una actividad universitaria seria sólo es concebible cuando coexisten la enseñanza con la investigación.”
Fue distinguido en numerosas oportunidades. Entre otros recibió el premio Konex de Platino en Lógica y Teoría de la Ciencia (1986); el premio de la Asociación Internacional Psicoanalítica por sus relevantes aportes a la fundamentación epistemológica del psicoanálisis (1989); el premio Konex de Brillante en Humanidades (1996); el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional de Rosario (2005) y el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Buenos Aires (2006).
El Profesor Klimovsky falleció en Buenos Aires en abril del 2009.

Ire agregando aquí algunas resoluciones firmadas por Klimovsky durante su decanato

Situación de los Derechos Humanos en la FCEN (1984)

Klimovsky asume en noviembre de 1983 y entre sus primeras disposiciones encomendó analizar los expedientes de los trabajadores de Exactas que habían perdido sus cargos por faltas reiteradas y abandono sin aviso del trabajo. La sospecha era que esos casos conducirían a posibles víctimas de la represión. Estos casos, sumados al de otros alumnos desaparecidos fueron documentados y elevados a la CONADEP (Com Nac. de Desaparición de Personas) Así fue como durante enero y febrero de 1983 la FCEN empezó a aportar nombres e información para comenzar a armar el mapa del horror.
Entre los trabajadores aparecen Carlos Montoya, Eduardo Corvalan y Juan Carlos Dominguez. Muchos años después, durante el decanato de Jorge Aliaga se pudo conocer que la persona de nombre Juan Carlos Dominguez que figuraba como desaparecido no era el de Exactas. El trabajador de Exactas había logrado salir del país y nunca mas regresó.


Creación del Departamento de Computación

Desde que Manuel Sadosky creara a fines de la década de 1950 el Instituto de Cálculo (IC) y la carrera de Computador Científico, el perfil de la carrera había cambiado drásticamente, De ser una herramienta para las demás disciplinas, la computación ya dibujaba un campo disciplinar propio, con objetos de estudio y metodologías novedosas que incluso seguían en proceso de transformación..
Muchos creían que era hora de sacar a la Computación del IC, que por entonces formaba parte del Departamento de Matemática, y crear un Departamento específico. Pero no eran pocos los que le bajaban el precio a la computación.
En 1984, Klimovsky creó una comisión para discutir si Computación era una mera técnica auxiliar de otras actividades científicas o, por el contrario, era el momento de jerarquizarla y ponerla a la altura del resto de las disciplinas de Exactas.
La comisión se expidió a fin de año, y el 10 de enero de 1985 Klimovsky firmaba la resolución creando el Departamento de Computación

miércoles, 22 de mayo de 2019

1969: el clima previo del Cordobazo en la FCEN


"Mayo de 1969 fue el mes clave. Las manifestaciones en Corrientes contra el aumento de los precios del comedor estudiantil fueron re­primidas y el 15 de mayo cayó baleado el estudiante Juan José Cabral. En Rosario durante los actos de repudio murieron Adolfo Bello y Luis Blanco, lo que desencadenó el “Rosariazo”. Al mismo tiempo en el nú­cleo industrial moderno de Córdoba se venían desarrollando conflictos gremiales encabezados por sindicatos combativos. La indignación por los sucesos de Corrientes y Rosario potenció la protesta y produjo, el 29 y 30 de mayo, el Cordobazo, el mayor levantamiento urbano de la Argentina moderna.

"En la UBA las movilizaciones fueron mucho menores, aunque se incrementó la participación del estudiantado. El 22 de mayo la Guardia de Infantería ingresó al Pabellón 1, convocada por las autoridades, para disolver una asamblea en el Aula 8. Desde la puerta trasera fueron disparadas granadas de gas. Los estudiantes escaparon hacia la estre­cha puerta de acceso de profesores. En la estampida varios debieron llevar en andas al profesor Orlando Villamayor, jefe del DM que estaba exhortando a los estudiantes a levantar la asamblea (Carnota, 2015).

"El Cordobazo dañó seriamente la imagen de orden y autoridad de Onganía y provocó la salida de Krieger Vasena. Un año más tarde, luego del secuestro y muerte del Gral. Aramburu, primera acción pú­blica de Montoneros, las FF.AA. lo reemplazaron por el Gral. Roberto Levingston.

"Mientras tanto y pese al perfil “aperturista” del nuevo ministro de Educación Dardo Pérez Guilhou, el nombramiento como rector de la UBA de Andrés Santas, identificado con la represión y el limitacio­nismo, en julio de 1969, no alentó expectativas de cambios (Primera Plana, 27/7 al 4/8/1969:12) En la FCEN asumió Raúl Zardini, de fluidos nexos con sectores de las FF.AA. y del Gobierno Nacional, quien dirigió la Facultad hasta inicios de 1973, para luego retornar con la “Misión Ivanissevich” en 1974."

Tomado de Historia de la FAcultad de Ciencias Exactas y Naturales, Díaz de Guijarro, Baña, Borches, Carnota.


jueves, 11 de abril de 2019

Mischa Cotlar

(publicado el 17 de diciembre de 2001)


LOS CAMINOS DE UN MATEMÁTICO
Por Carlos Borches

  Recientemente la Universidad de Buenos Aires tuvo el placer de recibir una nueva visita del matemático Mischa Cotlar y, en esta oportunidad, Cotlar se fue con su Doctorado Honoris Causa, merecido premio con que la UBA distinguió una trayectoria dedicada a la investigación matemática sin divorciarla del compromiso humanista.


Mischa Cotlar es por varias razones una persona excepcional. Forma parte de un grupo de matemáticos argentinos de relevancia internacional (de esos que aparecen en los libros, recuerdo el Lema de Cotlar que cita Dieudonné en sus Elementos de Análisis) y al mismo tiempo siempre dio testimonio de un compromiso militante antibelicista desde los años posteriores al bombardeo de Hiroshima. Y por si esto fuera poco, su vida y sus inicios en la matemática le dan un carácter absolutamente singular.

Lamentablemente, a partir de la tristemente célebre Noche de los Bastones Largos, en 1966, Mischa Cotlar se alejó del país y, aunque regresa periódicamente, fijó definitivamente su residencia en Caracas.

Protagonista de una historia singular, «Mischa» recordó los años en el Río de la Plata cuando comenzó a «cultivar la belleza» que a decir de Cotlar es la principal labor de un matemático.

Cuando uno revisa la historia de la ciencia en Argentina y, en particular de la FCEyN, se destaca el período que terminó trágicamente en 1966. ¿Cuáles fueron los factores fundamentales que los movilizaron a alcanzar tales logros en tan corto tiempo?

Mischa Cotlar-En el '58 se inició una nueva etapa, una renovación. Veníamos de un período muy gris y había mucha gente llena de entusiasmo, con ganas de hacer cosas. Me parece que lo mas importante fue la calidad humana de quienes integraban la Facultad y las ganas de iniciar grandes cambios. Por supuesto hay que analizar esto comparándolo con lo que había antes.

Cuando Ud. menciona la etapa que precedió al '58 ¿se refiere a partir de la creación de Facultad de Ciencias Exactas y Naturales en 1952?

Mischa Cotlar-No, antes. Para que tener una idea de como fueron las cosas, hay que decir que hasta el año 44 o 45 estaba solamente Julio Rey Pastor, y el Departamento de Matemática era una pequeña habitación con una pizarra y una biblioteca muy linda. Sin embargo no había muchas oportunidades de sacar libros, así que nos pasábamos mucho tiempo copiando. Ahora bien, parece que este departamento que en realidad se llamaba Seminario de Matemática y pertenecía a la Facultad de Ingeniería, molestaba a los decanos, así que nos trasladaron a un edificio que dependía de la Marina. Posteriormente Perón crea la Facultad de Ciencias en 1952.

El problema era entonces que para ser docente de la Facultad había que firmar adhesión al Justicialismo, de modo que en el año '52 aproximadamente se interrumpe todo.

A todo esto se hacían las reuniones de la Unión Matemática Argentina, donde se formó un pequeño grupo en el que participaron Varsarsky, Ricabarra, Zarantonello, Klimovsky; todo esto por iniciativa de Monteiro.

Monteiro fue uno de los más ilustres matemáticos que llegó a este continente. Fundamentalmente trabajaba en lógica y había hecho muchas cosas en su país, Portugal, hasta que fue echado por la dictadura de Oliveira Salazar. Luego se doctoró en Francia y de allí fue a parar a Brasil, que le debe su inicio en matemática, aunque también se tuvo que ir como consecuencia de sus ideas marxistas. Entonces se vino para Argentina, yendo a parar a San Juan.

En San Juan formó un grupo de donde salieron entre otros Villamayor. Monteiro había conocido al Rector de la Universidad de Cuyo, un tal Cruz, una persona muy interesante y amigo de Perón. Monteiro era una persona muy persuasiva, decía: «venga, venga, vamos a hablar» y lo «pervertía». El asunto es que había convencido a Cruz de armar un Departamento de Investigación Científica (DIC). Monteiro se encargaría de fundar el Instituto de Matemática y Cruz se ocuparía de que no se produjeran interferencias políticas. Así que nos fuimos todos para Mendoza pero como no teníamos casa fuimos a parar a la casa de Ricabarra, que era muy grande.

Nos dedicábamos a investigar y a cuidar a los becarios, era realmente muy lindo, teníamos distribuidas las tareas de la casa, lavar los platos y ese tipo de cosas, y después de cenar nos íbamos a leer libros de autores no necesariamente matemáticos, como Erich Fromm, Sartre y otros. Varsarsky, que era medio dictador, comandaba esas cosas.

¿Oscar Varsarsky?

Mischa CotlarSi, Oscar Varsarsky, probablemente uno de los hombres de mayor cultura científica. Originalmente fue químico y tuvo mucho éxito, luego se interesó por la mecánica cuántica y de allí pasó a las integrales de Fourier; recuerdo que había ido a ver a González Domínguez y éste le dio el libro de Titumarsh (dice señalan un espesor de 7 cm.) pensando que tendría para un tiempo largo. A las tres semanas ya había regresado y hablaba de igual a igual con González Domínguez. De allí pasó a la lógica. Además sabía mucho de ciencias sociales y tenía una enorme capacidad organizativa.

Esa época fue muy hermosa, se trabajaba con mucha libertad, no se podía distinguir entre profesores y alumnos. En el '55, cuando cayó Perón, fue nombrado decano un señor que había estado preso y veía peronistas por todos lados, y al darse cuenta que el DIC era una iniciativa peronista cerró al DIC y con él una publicación que estaba subvencionada por la UNESCO (Revista Matemática Cuyana).

De este grupo la mayoría nos vinimos para Buenos Aires, otros fueron a La Plata y algunos, Monteiro inclusive, a Bahía Blanca, por invitación del Rector Vicente Fatone. Así como este señor deshizo el Instituto de Cuyo, en Buenos Aires el grupo que tomó la dirección de la Facultad acompañando a Babini no destruyó lo que había. Se tuvo el buen tino de ver que había gente valiosa y en los primeros concursos regularizaron su situación.

Y ahora si llegamos a los ´60

Mischa Cotlar-En esa época se trabajó mucho, se creó el Instituto de Cálculo y una serie de publicaciones editadas por Cora Ratto de Sadosky también estaba la Fundación Enstein cuya misión era facilitar el estudio a jóvenes talentosos carentes de recursos. Tengo lindos recuerdos de aquella época.

Ud. está ya un poco cansado de contar cómo fueron sus inicios en la matemática pero su caso es en muchos sentidos ejemplar.

Mischa Cotlar-Es que las cosas personales no son muy interesantes. Yo puedo decir que a mí me ayudaron muchísimo. Desde que llegamos a América con mi padre, si bien no pude seguir estudiando (había hecho sólo primer grado) aprendí mucho con él. Mi padre tenía una biblioteca muy grande y me hablaba de cosas que me entusiasmaba.

Pero en Montevideo, donde vivíamos, yo tocaba el piano. Entraba a las cuatro de la tarde y salía a las cuatro de la mañana, así que no podía estudiar.

Después conocí a Rafael Laguardia, que es el fundador de la matemática uruguaya, y posteriormente conocí a Rey Pastor y me vine para Buenos Aires. Aquí encontré gente que me ayudó mucho, como el Dr. Vignaux y Yanny Frenkel, que después fue mi compañera.

En 1951 no tenía ningún título pero me consiguieron una beca para ir a Chicago. Yo quería ir a las clases, en especial a las claes de Zygmund pero él me decía : «¿Que hace Ud. acá? vaya y haga sus cosas.» Así obtuve el doctorado en Chicago y volví a la Argentina.



El compromiso social de Cotlar
  Cualquier comentario acerca de Mischa Cotlar que excluya su militancia humanista contiene una carencia insalvable, porque su preocupación para que los científicos asuman responsabilidades ante la sociedad formó parte de una prédica incansable que lo llevó a integrar distintas organizaciones internacionales que luchaban por la paz, en tiempos de la guerra fría y la amenaza nuclear.

  «Si la humanidad progresó en temas como los derechos humanos fue porque hubo gente con ideas nobles que despertaron la conciencia de los que estaban a su alrededor, porque alguien alguna vez ayudó, le dio una mano desinteresadamente a otros» ilustra Cotlar.
  Para «Mischa», la desaparición de la guerra fría no provocó grandes cambios:
  «Sigue habiendo científicos que trabajan para la destrucción, para incrementar el poder de matar de los poderosos. Si los científicos y técnicos se negaran a desarrollar el armamento que cada día es más mortífero y preciso, el mundo sería muy distinto y no tendríamos lo que vemos hoy en día, donde mueren tantos inocentes que no tienen nada que ver con el conflicto mientras que los responsables quedan a salvo».

miércoles, 3 de abril de 2019

Avelino Díaz

Alumno dilecto de Senillosa, Díaz fue el primer estudiante criollo que consagró su vida completamente a la física y matemática. Se ocupó de varios cursos del Departamento de Estudios Preparatorios. 
Díaz había concurrido al llamado a concurso abierto por el Gobierno de la Provincia para los cargos de la futura universidad, obteniendo una plaza “por el exclusivo influjo de su superioridad”.

Cumpliendo con una disposición del rectorado, que exigía a todos los profesores escribir un texto con los materiales del curso dictado, Díaz publicó textos correspondientes a los cursos de Álgebra, Aritmética y Geometría. Se conservan también apuntes de un curso de física matemática.

El Curso de Física Matemática, ya no tenía el enfoque escolástico que había sido habitual para abordar la física en la Manzana de las Luces, antes y después de 1810. Ahora ingresaba cabalmente en las aulas las ideas que durante unos años habían sido propias del enfoque que circulaba en el Consulado. Como señala Avelino Díaz “la experiencia conducirá a establecer principios fundamentales y valiéndonos del análisis deduciremos las consecuencias (...) La mecánica,  la física y la astronomía son las tres fuentes abundantes de donde emanan todas las ciencias naturales: y para beber en ellas con alguna pureza los principios en que se fundan estas ciencias, son indispensables, cuando menos, las matemáticas
especiales puras”.

La temprana muerte de Avelino Díaz, en 1831 a los treinta años de edad, dejó un vacío que la universidad tardó medio siglo en subsanar. 

“Era entre nuestros hombres el llamado para ser cabeza y centro directivo de nuestra educación”, expresaría con hondo pesar Gutiérrez, a cuarenta años del fallecimiento del joven profesor

(tomado de 150 años de Exactas

Zardini en retroceso, el comienzo del fin

Vestíbulo de entrada del Pabellón 1 durante la toma de abril de 1972. Sobre la pared se lee “Fuera Zardini de la Facultad”

La Noche de los Bastones Largos permitió el acceso al poder del geólogo Raúl Zardini, primero como secretario del decanato de Bernabé Quartino, y luego directamente como decano, cargo que volvió a ocupar en 1974, durante la llamada Mision Ivanisevich, después de la muerte del Presidente Juan Perón.

Pero al inicio de 1972, el ciclo dictatorial iniciado por Onganía mostraba un marcado desgaste que tuvo ecos en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA 

"El clima político en la Facultad se tensó ya desde inicios de 1972.
El detonante fueron los concursos de docentes auxiliares del Departamento de Matemática. Ante sospechas de discriminación política en perjuicio de varios aspirantes, un gran número de estos presentó una nota cuestionando el resultado. Al mismo tiempo se realizaron acciones de protesta dentro de la Facultad.

"Zardini reaccionó anunciando a la prensa la cesantía de los sesenta y siete firmantes de la nota. Ese mismo día una asamblea decidió la toma de la Facultad. Zardini en respuesta dispuso su cierre
y entonces se constituyó una coordinadora estudiantil-docente que sostuvo el funcionamiento de los cursos los días siguientes (Política Obrera, 26/4/1972: 7).
Finalmente el propio Consejo Asesor desautorizó al decano, pues no solo no concretó las cesantías sino que aceptó constituir una comisión de profesores plenarios para evaluar el concurso cuestionado
(Exp. FCEN 422885). Este episodio dejó establecidas las bases de un “poder paralelo” estudiantil-docente y dio impulso a la constitución del cuerpo de delegados de cursos.

"A lo largo del año los conflictos en los cursos no cesaron. En octubre los alumnos de Química Orgánica II realizaron una prolongada huelga por un petitorio de diez puntos reclamando diversas
medidas de transparencia en la toma y corrección de exámenes. En una actitud muy propia de su estilo, el decano Zardini envió una carta a los padres de los estudiantes informándoles que sus hijos estaban haciendo huelga y que sus pedidos “significarían destruir el sistema de enseñanza que impera en esta casa de estudios”, advirtiendo que plantear reclamos a los que no es posible acceder es “una vieja táctica del comunismo internacional” (Exp. FCEN 425333/1972).

"A la par de la actividad política, los estudiantes organizaban eventos culturales masivos dentro de la Facultad, entre ellos presentaciones de grupos musicales como Manal y Almendra.
"El año 1972 fue también el de la unificación del movimiento estudiantil. El cuerpo de delegados convocó a elecciones del Centro de Estudiantes de Ciencias Exactas y Naturales (CECEN), superando, a la vez, la tradicional división por carreras y los conflictos entre tendencias políticas de los años previos.

"El CECEN quedó así constituido, aún en una situación de semilegalidad, a fines de 1972".


Tomado de Historia de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales.  Eduardo Díaz de Guijarro,  Beatriz Baña, Carlos Borches y Raúl Carnota.  Eudeba 2015